IPAYICAS Recomienda: Los tejidos de Luracatao

Este invierno en Salta está bastante raro. Tuvimos años con nieve y vientos pero este, parece primavera. O sea, todos esos espectaculares abrigos que nos compramos quedan divinos colgando en el placar…  Pero si te da un poquito de frío, y no es suficiente para tu campera de plumas, podés optar por una opción un poquito más light pero muchísimo más chic: los tejidos de Luracatao.

Luracatao es un famoso negocio de Salta que lleva casi 50 años en pie. José D’Hondt, el fundador de la tienda, era un joven francés de la zona de Normandía que, motivado por el deseo de salir de la rutina agrícola de su región y ambiente de sobre exigencia de producción sobre esas zonas devastadas por las guerras que le rodearon en su juventud, decidió hacer mundo. Aterrizó en Argentina y luego de dar varias vueltas por el país administrando campos, enamorándose y teniendo hijos, terminó administrando  la  finca Luracatao, que, en ese entonces, pertenecía al querido y conocido personaje Don Luis María Patrón.  Este hombre marcó para siempre la vida de José y su familia. Usaba típicos trajes de gaucho hechos en picote blanco y le encomendó a José que le busque productores de este tejido en la zona, ya que él quería estar seguro de tener tela para rehacer su ropa.

 

El hilado y el tejido eran oficios casi perdidos en aquellos años, se producía en muy poca cantidad para necesidad local de los habitantes y sólo para el trueque. José encontró las únicas 2 personas que seguían practicando este oficio y les pidió que enseñaran a los más jóvenes a hacerlo por lo cual se los iba a remunerar y así revalorizar el oficio. A partir de ahí, volvió a surgir este arte antiguo en el Valle de Luracatao.

Cuando la producción logró tener un número de artículos posible de comercializar, con buenos colores, diseños y texturas,  José, abrió una tienda  en el corazón de la ciudad de Salta. Para revalorizar estos artículos que en aquellos tiempos se consideraban  rudimentarios y rústicos, el negocio mostraba  el lujo que permitía un encuadre de boutique. 

 Pero, ¿qué es lo que hace que estos tejidos sean tan especiales hoy?

Para empezar, la lana de los tejidos viene  de ovejas que pastorean libres en los valles y de las tropas de alpacas y llamas que se esparcen  en las alturas puneñas. El hilado de la lana aún se hace a mano con el huso de madera, el puyscana, que es simplemente un palito de 50 cm que termina en punta y que, al ensartar una ruedita de piedra (muyuna), lo hace girar en el vacío suspendido por la lana que se va torciendo. Estos nuevos hilados se clasifican por grosores y calidad del torcido para lograr tejidos parejos y teñidos armoniosos. 

El teñido se hace de forma tradicional con enormes ollas donde se meten los hilados, los compuestos naturales y los químicos. Se deben usar químicos para evitar la extinción de los elementos naturales para el teñido. Lamentablemente, debido a la popularización actual de estas técnicas tradicionales, es cada vez más la gente que busca estos elementos naturales y los ponen en peligro. Gracias a que el trabajo de las hilanderas es totalmente artesanal, se logran diferentes texturas que nunca toman igual el color y por lo tanto, exaltan sus características de piezas únicas. Los hilos de alpaca no se tiñen porque pierden gran parte de su calidad natural por lo que se usan tal cual como vienen del animal.

Luego del teñido, se pasa al proceso de tejido. Los tejidos de Luracatao tienen una gran influencia de la antigua cultura Inca. Los tejidos se hacen con telares manuales, en general de construcción propia. Tienen 2 pisadores para tapices y 4 pisadores para producir barracanes donde se va cambiando la trama con los pies. Los ponchos se tejen con trama golpeada con pala, o sea, una tabla de madera afilada en un canto que aprieta la trama con cada pasada de hilo.

Con estos procesos totalmente artesanales, se logran increíbles tejidos que son sorprendentemente fuertes y duraderos – hay quienes usan los ponchos de Luracatao para sacar el auto cuando se queda en el barro, o como soga de remolque… en serio!!

No podés dejar de visitar el negocio y maravillarte con todas las cosas que ofrecen, que incluyen también unas espectaculares alfombras con miles de diseños, y por qué no?, llevarte alguna que otra cosa.

Río del Valle Luracatao queda en Leguizamón 515 y tiene horario comercial. Podés visitarlos, o escribirles por mail a riodelvalleluracatao@yahoo.co.ar o llamarlos al 0387- 431 0082.

Después podés mandarnos una foto con tu poncho o tu campera de barracán de Luracatao puesto!